Día de San Patricio, celebrado cada 17 de marzo, honra a San Patricio, el santo patrón de Irlanda, conmemorando su fallecimiento en el siglo V. Nacido en Gran Bretaña en el siglo IV, fue capturado y llevado a Irlanda como esclavo a los 16 años. Tras seis años, escapó, pero regresó posteriormente como misionero, desempeñando un papel crucial en la conversión de Irlanda al cristianismo. Se le atribuye el uso del trébol de tres hojas para explicar la Santísima Trinidad, razón por la cual este símbolo y el color verde están asociados a la festividad.
Aunque originalmente de carácter religioso, el Día de San Patricio ha evolucionado para celebrar la cultura irlandesa en general. Las festividades incluyen desfiles, música tradicional, danzas y reuniones sociales. Ciudades como Dublín organizan festivales que duran varios días, atrayendo a miles de asistentes. En Estados Unidos, ciudades como Nueva York y Chicago destacan por sus desfiles multitudinarios y, en este último caso, por teñir de verde el río que atraviesa la ciudad.
Una tradición característica es el consumo de cerveza teñida de verde. Esta costumbre se originó a principios del siglo XX en Estados Unidos, donde inmigrantes irlandeses añadían colorante verde a la cerveza para celebrar su herencia cultural. El primer registro de esta práctica data de 1914 en el bar Morrissey’s en el Bronx. Marcas irlandesas como Guinness y Murphy’s son especialmente populares durante esta festividad.
En España, la celebración del Día de San Patricio ha ganado popularidad en los últimos años. Ciudades como Madrid, con una notable comunidad irlandesa, organizan eventos especiales en pubs y espacios públicos. En La Coruña, la Torre de Hércules se ilumina de verde en honor a la festividad, reflejando la afinidad cultural con Irlanda.
El Día de San Patricio es una ocasión para celebrar la rica herencia cultural irlandesa, trascendiendo fronteras y siendo adoptada por diversas culturas alrededor del mundo.